El mundo laboral ha cambiado, ya no es tan fácil como antes encontrar un trabajo decente con un simple "curriculum". Pero las nuevas tecnologías pueden proporcionarnos una salida profesional convirtiéndonos en emprendedor digital.

Ganarse la vida como emprendedor digital
No voy a mentirte, un emprendedor digital tiene que currar mucho para poder tener unos ingresos óptimos y poder vivir de ellos, sobre todo al principio.
Además, tiene que gustarte este tipo de dedicación o se convertirá en una carga que terminarás dejando tarde o temprano. No todo el mundo puede ser un emprendedor digital, al igual que no todos valen para ser abogado, artista, médico o fontanero.
Pero si estás dispuesto a lanzarte, y asumes los riesgos que conlleva esta decisión, ser emprendedor digital puede convertirse en una forma de vida más que en un trabajo. Puedes consultar varias formas de trabajar desde casa por Internet en este artículo.
Ten en cuenta que según los últimos sondeos del "Instituto de Empleo", más del 40% de los trabajos que hoy conocemos habrán desaparecido dentro de unos años, desplazados por la mecanización y digitalización de las empresas. Empezar a codearnos con los medios digitales puede llegar a ser una garantía de futuro.
Perfil del emprendedor digital
Aunque muchas personas opinen que es una salida fácil para no buscar un trabajo "normal", esto no es cierto, de fácil no tiene nada, incluso la elección para dedicarte a ello es en ocasiones difícil.
Hay que abandonar la idea de un sueldo fijo y la falsa sensación de estabilidad que ofrece trabajar para otros, y pasar a ser nuestros propios jefes sin saber cuánto vas a cobrar cuando termine el mes.
Cada profesión requiere de una perfil adecuado que nos convierten en aptos para trabajar, por ejemplo, no podrás ser profesor de natación si tienes miedo al agua o cirujano si te desmayas al ver la sangre.

Comprueba si te identificas con los siguientes puntos y descubre si estás hecho para formar parte de la comunidad digital:
- Te gusta analizar y cuestionar todo lo que te rodea.
- Eres autodidacta y haces las cosas por ti mismo.
- Pasas horas aprendiendo de otros blogs, tutoriales, youtube...
- Estas en constante proceso de mejorar y evolucionar.
- Te gusta la tecnología.
- Tienes espíritu de sacrificio y te gustan los retos.
Ser emprendedor digital es lanzarse al vacío cuyo único paracaídas son las aptitudes que tengas para lograr no chocar contra el suelo, pero ¿qué trabajo no es así?
Trabajar desde casa
Qué bonito sería si cualquier empleo permitiera poder trabajar desde casa, lo que para la gran mayoría es imposible, para un emprendedor digital es lo más habitual.
Esto permite que podamos elegir el horario que más se ajuste a nuestras necesidades, pudiendo compaginarlo con la familia y otras actividades.
Pero cuidado, la comodidad de tenerlo todo a mano en casa puede ser una inconveniente.
Podemos desviarnos de nuestro compromiso por culpa de la televisión, despertares tardíos, siestas, excesivos descansos, distracciones...
Este tipo de trabajo es muy sedentario, todo el rato sentado frente al ordenador hace que podamos poner en peligro nuestra salud, más aun si tenemos la nevera cerca y nos levantamos a picotear de vez en cuando.

Por todo ello, es muy importante disponer de un horario real que nos obliguemos a cumplir, por lo menos una horas fijas que podamos cubrir con seguridad a lo largo del día. Y compaginarlo con algún tipo de ejercicio que compense las horas que pasamos sentados.
Conocimientos y formación
No es cierto que no se necesiten unos mínimos conocimientos para emprender como mencionan en algunos sitios, existen un montón de opciones a elegir dentro del emprendimiento digital y, al menos, debemos informarnos de todas ellas antes de empezar.
Hay unas opciones más sencillas que otras, aunque algunas no requieran conocimientos previos sí es necesario empezar a formarse y aprender desde el minuto uno.
Por tanto, emprendimiento y formación van unidos de la mano, más aun en el mundo digital, que está en continuo cambio y necesitamos estar al día para no quedar desfasados.
Saber cómo funciona una página web es una de las cosas que hay que aprender, ya que sí o sí tenemos que disponer de un espacio propio en la red. Un sitio donde podamos mostrar nuestra marca a los demás y lo que vamos haciendo o a qué nos dedicamos.
Esa página web servirá para promocionarnos y poder llegar con facilidad a los futuros clientes, compradores o usuarios potenciales que busquen nuestro producto que, junto a las redes sociales, serán las principales herramientas que usaremos.

Es necesario ir adquiriendo unos conocimientos suficientes para mantener nuestra web, solucionar problemas de servidor y controlar algunas de las redes sociales. No son necesarios tenerlos al principio, pero si irlos adquiriendo con la práctica de los recursos que usemos.
Inversión inicial de un emprendedor digital
Como cualquier negocio que empieza, es necesaria una pequeña inversión.
A diferencia de los negocios tradicionales, que tienen que asumir unos gastos enormes en alquiler de local, servicios, distribuidores, seguros... que pueden llegar a muchos miles de euros, y que pueden arruinar a cualquiera si fracasan, el emprendedor digital puede empezar con una inversión casi ridícula que no sugiere ningún riesgo económico importante.
Hacer una página web contratando un buen servidor de alojamiento o hosting, y empezar a promocionarla en las redes sociales con algún anuncio, supone un desembolso de entre 150 y 200 euros a fecha de hoy (2019).
Esa cantidad hay que tomársela como un inversión que vamos a poder recuperar con un poco de esfuerzo en unos meses y empezar a tener ingresos en menos de un año si le dedicamos el tiempo necesario.
Búsqueda de objetivos
No empieces una nueva etapa como emprendedor digital esperando hacerte rico de inmediato.

Estoy cansado de escuchar a charlatanes prometiendo "ingresos de cinco cifras mensuales" sin explicar todo el recorrido que hay antes de poder conseguirlo.
No hay secretos para ganarse la vida en internet, lo único que importa es el esfuerzo, el trabajo diario y sobre todo disponer de una paciencia infinita.
Márcate objetivos y metas reales, al principio te parecerán insuficientes, pero deben ir acordes con la evolución de tu proyecto, según avances podrás ir escalándolos hasta llegar a la meta marcada y así pasar al siguiente objetivo.
Herramientas digitales
Internet dispone de una serie de herramientas que pueden ayudarnos a mejorar nuestra productividad. Estas herramientas son muy útiles para los nuevos emprendedores digitales
Hay que empezar a usarlas, sobre todo aquellas que te permitan trabajar en la nube y tener acceso a tus datos en cualquier momento, situación y desde cualquier dispositivo.
Existen herramientas online para casi todo: editores de imágenes y vídeo, agendas, planificadores, buscadores de palabras, discos virtuales, bancos de imágenes...
Pero hay que tener cuidado, el uso de estas herramientas deben estar sujetas a un cierto nivel de seguridad y permitir el acceso únicamente a su principal usuario.

Así no pondremos en peligro la integridad de nuestros datos o información, aunque tengamos que acceder desde algún dispositivo que no es de nuestra propiedad.
Cuál es el mejor momento para emprender
Nadie lo va a saber mejor que tú, pero si cumples con los requisitos antes mencionados y con la poca inversión que hay que hacer, puedes empezar ahora mismo.
Si tienes un trabajo, no lo dejes, aprovecha los tiempo libres para empezar con pequeños pasos y cuando tu proyecto crezca, ya decidirás si te interesa dejar de trabajar para otros y centrarte en lo que te gusta.
Es bueno tener un salvavidas económico al principio, como mencionaba en el párrafo anterior, un trabajo suplirá los gastos habituales de tu vida diaria hasta que tu emprendimiento digital genere lo suficiente para cubrirlos.
Si no dispones de un trabajo o unos ahorros de los que tirar al principio, el comienzo puede ser muy duro, ya que tardarás un tiempo en ver algunos ingresos que al principio serán pocos o nulos.
Para terminar
Ser un emprendedor digital no es fácil, requiere sacrificio y salir de una zona de confort en la que nos sentimos seguros. Desde el minuto cero estamos en una caída libre que sólo podemos amortiguar con esfuerzo y trabajo diarios.

Pero todo lo malo que te puedas imaginar se suaviza con una serie de privilegios que muchos trabajadores de otros sectores ya desearían para ellos:
- Eres tu propio jefe.
- Tu marcas el ritmo de trabajo, los descansos y los días libres.
- Dispones de un horario flexible a distribuir como tú quieras.
- Puedes trabajar en cualquier sitio con un ordenador y conexión a internet.
- No tienes pagas extraordinarias, pero puedes decidir ganar más si escalas tu proyecto.
- Nunca te faltará trabajo, internet no se centra sólo en un barrio o ciudad, es global y llega a todo el mundo, lo que supone miles de millones de posibles clientes o usuarios.
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